Un estudio revela que observan las bocas para saber cómo emitir sonidos. Por ende, pasar tiempo con ellos es más importante que ponerlos a ver una película infantil.
Científicos de Florida descubrieron que, a partir de los seis meses, los bebés comienzan a cambiar la mirada absorta de la infancia temprana para estudiar las bocas cuando las personas les hablan. Ocurre cuando el balbuceo cambia gradualmente de un incoherente galimatías a sílabas, que terminan siendo un “mamá” o “papá”
“Para poder imitarte, el bebé tiene que entender cómo mover los labios para hacer el sonido que está escuchando”, explicó el psicólogo David Lewkowicz, de la Universidad Florida Atlantic, quien dirigió el estudio publicado el lunes. “Es un proceso increíblemente complejo”.
Al parecer, no tardan mucho tiempo en conocer los movimientos que concuerdan con los sonidos básicos. Para sus primeros cumpleaños, los bebés comienzan a mirarte de nuevo a los ojos, a menos que escuchen sonidos desconocidos de un idioma extranjero. Si es así, usan la técnica de lectura de labios un poco más.
“Es un hallazgo intrigante”, opinó Bob McMurray, profesor de psicología de la Universidad de Iowa, que también estudia el desarrollo del habla. Los bebés “saben lo que necesitan saber, y son capaces de centrar su atención en lo que es importante en cada etapa de su desarrollo”.
La nueva investigación se publicó en el número de esta semana de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. El estudio ofrece más evidencia de que pasar tiempo con los bebés es muy importante para el desarrollo del habla, más que ponerlos a ver una película infantil. AP
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