Atleta paralímpica reconoció que nunca tuvo problemas físicos para caminar (FOTOS)

Monique Van Der Vorst, que ganó dos medallas como atleta paralímpica, acaba de reconocer que en realidad nunca tuvo problemas físicos para caminar.

La atleta holandesa Monique van der Vorst recuperó inexplicablemente su movilidad después de haber ganado dos medallas en los Juegos Paralímpicos, ahora reconoce que falseó su enfermedad.

Monique van der Vorst es una de esas atletas que aparecen en los telediarios como ejemplo de superación. Sus dos medallas de oro en los Juegos Paralímpicos de Pekín dieron la vuelta al mundo y la convirtieron en un mito nacional en Holanda, su país natal. Sin embargo, poco después se haría aún más famosa tras escribir un mensaje de texto en su propia página. "Puedo caminar de nuevo". Era el 20 de noviembre de 2010 cuando, tras 13 años sobre una silla de rueda, la atleta confirmó al planeta que volvía a andar. El milagro se había producido poco antes en Mallorca. La holandesa había impactado con su bicicleta movida por sus brazos contra un ciclista alemán y en el hospital había sentido cómo le hormigueaban las piernas.

Sin embargo, esta 'Lázaro' del siglo XXI vería poco después cómo su historia se ponía en entredicho y el mito que una vez ilusionó a millones de espectadores se convertía en una losa demasiado pesada. Si bien en un principio firmó por Rabobank y relanzó su carrera a base de entrevistas en la que contaba su milagrosa recuperación, pronto surgieron rumores sobre un presunto fraude con su enfermedad. Vecinos de su localidad aseguraron a los periodistas que Monique van der Vorst había sido vista caminando ya antes de que diera la noticia. Las dudas se confirmaron una vez que surgieron testimonios de personas que la habían visto andar sin problema alguno el mismo día que la premiaron como la mejor atleta discapacitada de 2009 en Holanda.

Ahora, una vez que la mentira se ha convertido en una pesada carga para ella, Monique van der Vorst ha reconocido que su sorprendente recuperación era falsa. La deportista lo achaca a un error de expresión y, sobretodo, a que su problema no estaba en la médula espinal sino en la cabeza. "El motor no estaba roto, sino que no sabía cómo volverlo a poner en marcha. No era consciente del hecho de que podía andar antes de lanzar la noticia", ha declarado la atleta holandesa de 27 años.